Un día cualquiera comencé a escribir cartas,
esas cartas que parecen eternas,
esas palabras que hablan de nosotros,
de ti y de mí,
fuera llueve y esta estación
no se parece a ninguna anterior,
es distinta porque ahora estás tú, siempre tú,
ya no me hago preguntas,
sólo es agua que borrará
las distancias que nos separan,
nuestro universo de pronto
se oscurece pero no logra borrar tu presencia,
siempre te buscaré,
siempre seremos más que dos locos enamorados,
el amor hizo su nido en mi espacio,
estaba preparada,
hacía mucho que esperaba tu llegada,
hoy, las estrellas tienen otro brillo y todo es diferente,
todos pueden pensar
que sólo escribo locas letras para ti,
pero sé que tú esperas
y yo deseo con todo mi corazón
que leas estas letras,
cuando digo tu nombre sólo Dios me escucha
y así lo deseo pues te quiero solamente a ti,
no quiero otro que no seas tú,
tú en tu espacio y yo en el mío,
pero ya llegara un punto donde nos encontraremos
y nos daremos cuenta
de que somos nosotros mismos
los que hacen unión en el firmamento
para completarlo en la tierra,
cunado llegaras para no extrañarte tanto,
para no volver a volar a tientas por la vida,
volvemos a escucharnos
cada cual desde un rincón distante,
desde un rincón distinto,
porque nos necesitamos como agua para una extraña sed,
volvemos a escuchar estas dos palabras,
Te quiero,
y para quienes se quieren de esta forma
es su destino el estar juntos,
recuerda lo que un día nos prometimos,
te amo y seras lo primero y lo último de mis días...
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