Los recuerdos más bellos que tengo
y que los sigo teniendo
de mi infancia y niñez,
tienen que ver
con las soleadas tardes de sol
de mi pueblo, Sanlucar,
en la casa de mis abuelos,
Mª Jose y Sebastian,
en un jardin florido
y una perra llamada Layka.
Otra con el perfume
de las torrijas que hace mi abuela
y las riquísimas salsas
en donde mojamos el pan.
Las peleas, travesuras
y complicidades
con mi hermano Alberto,
con la llevada y la espera
de mi abuelo en la esquina
de mi colegio
LA QUINTA DE LA PAZ,
para que no me pasase nada.
Con las suaves manos
de mi madre o de mi abuela,
al ayudarme a vestirme
después del baño,
con los juegos eternos
en la calle
o en las casas de mis amigas.
Tuve y sigo teniendo
una niñez muy felíz.
Se la debo a mis Padres
y a mis mayores,
que me enseñan a respetar
a las personas
y ponen todo el amor
y sabiduría para que así sea,
yo les agradezco cada dia
por su enseñanza y paciencia
y le pido a Dios que vele por ell@s…
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