lunes, 27 de diciembre de 2010

CREEME


Ya no sé cuantas veces he empezado esta carta,
he intentado escribirte palabras bonitas,
compararte con el cielo y la tierra,
pero no me salen,
no te rías, por una vez me he quedado sin palabras,
y es que no puedo escribir sobre lo que significas para mi,
es cierto que el cielo
 y la tierra no serían los mismos si no estuvieras a mi lado,
es cierto que el mundo no se pararía,
pero sé que el cielo, la tierra, el mundo
 y el tiempo ya no tendrían ese nombre para mi,
si algún día despertara y tú no estuvieras allí conmigo,
si algún día pasara esto, yo no llegaría tarde, 
porque no habría razón para levantarme,
el cielo seguiría azul, pero mis ojos lo verían gris,
la tierra seguiría fértil, pero yo la sentiría estéril,
el mundo se movería, mas yo estaría inmóvil,
el tiempo desaparecería, 
porque mis ojos no podrían ver tus ojos sonreír,
si pudiera describirte lo mucho que quiero darte,
 todo, si pudieras entender que no quiero de ti nada material,
salvo tus abrazos, tus besos y tu risa,
Ay! si hubiera palabras para explicar lo que siento cada mañana,
quiero decirte que tú ocupas mi mente,
que eres dueño de mis pensamientos, que vives en mí,
quiero decirte que te debo cada segundo,
y que te pago con lo que puedo, mi amor,
quisiera poder demostrarte mis sentimientos,
plasmar en palabras mis emociones,
pero el amor no tiene palabras,
sólo entiende de silencios callados que lo dicen todo,
quisiera también que nunca se acabara,
que dentro de mil años siguieras despertando a mi lado y yo al tuyo,
que siguiéramos juntos compartiendo la eternidad,
mientras nos miramos con la ternura de siempre,
quisiera decirte tantas cosas,
pero todo se reduce a que te quiero,
a que puedes confiar en mí,
a que siempre, siempre, siempre estaré junto a ti,
quisiera decirte, y te digo, que te amo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario