Ser tuya es mi destino y
soy feliz por ello,
la posibilidad de no tenerte
aunque sólo sea por un día me asusta,
cómo yo podría vivir sin tu cariño,
sin el apoyo de tu regazo,
siempre dispuesto a servirme de almohada,
para mi pobre cabeza siempre cansada,
como podría ser feliz
sin la suavidad de tus palabras,
siempre tan optimistas,
como yo podría sentirme mujer
sin el vigoroso tacto
de tus manos en mi piel,
los felices momentos
en que me miras con tanto amor,
por otro lado,
tú eres la prolongación de mi persona
y yo se que también
no resistirías mucho tiempo mi ausencia,
pues no me importa estar
en tus manos y ni me pesa tenerte en las mías,
pues sé que siempre
las utilizaremos para darnos
cariño el uno al otro, te nececito,
soy tan tuya que no tomo
esta confesión como una entrega,
soy tuya porque confío en ti
y jamás me privaría de hacer
cualquier cosa que pudiese
aliviar tu sufrimiento
o provocarte algún placer,
fuera el que fuera,
porque te amo y siempre será así.,
Siempre tan mujer para amarte
y feliz que existas para mí...